Hoy recibí otra puñalada mimética de uno de mis iguales.
Cruce de miradas con un nauseabundo ser de impecable fachada social para unos cuantos ignorantes. Portador de una retorcida maldad genética.
El odio eterno se clavó en mis pupilas sin saber semejante bravucón que mi odio es superior.
Allí estaba recostado en la pared, con sus siervos y ciervos alrededor. Tanta cornamenta junta es proclive a crear confusión cinegética entre los que portamos armas miméticas.
Entallado con tafetán de ribetes purpúreos se pasea por el olimpo de los dioses sin saber que su estrella guía puede implosionar en cualquier momento no muy lejano.
No me mires. Intenta matarme con tu palabra, que con ella te sacare el interior de tus entrañas y mostrare al mundo tus vergüenzas y tus miedos.
No juegues al poker con tus vasallos ya que eres el trilero del aciago juego de la envidia
No me mires de reojo como un rastrero lazarillo hambriento de salazón.
Mira a tú alrededor y trata de pensar en lo que te has convertido con el paso de los años.
Vuelca tu rabia contra los que no saben ver lo que temes mostrar y saborea tu aliento mordaz hasta clavarte el puñal de la culpabilidad para que sangres tu maldad acumulada.
No pienses que el perdón llega como una de tus bofetadas, rápidas, públicas y sin explicación.
Te odio y no puedo remediar este sentimiento. Te admiro por tus logros aunque sean efímeros. Te desprecio por haber sido cómplice de una caza de patos con reclamo.
Te deseo lo peor hasta el día en que por fin veas el daño que haces con tu mirada y con tu lengua viperina. Te odio a muerte y lo sabes.
El camino a la victoria esta lleno de trampas y puede que hayas caído en la peor de todas, el miedo.
Y EL DIABLO CONTINUO SU METAMORFOSIS MIMETICA.
ResponderEliminarHOY YA NO ES GUSANO. HOY ES CAPULLO.
MAÑANA SERA MARIPOSA Y MORIRA.